En el transcurso de los 3 a los 6 años, los niños llegan a tener mayor competencia en cognición, lenguaje y aprendizaje. Desarrollan la habilidad de utilizar símbolos para pensar y actuar, además tienen mayor capacidad de utilizar conceptos de edad, tiempo y espacio. No obstante no separan aún lo real de lo irreal y buena parte de su pensamiento es egocéntrico.
Nos damos cuenta de la función simbólica de los niños cuando revelan imitación diferida, hacen juegos simbólicos y usan el lenguaje.
La imitación diferida explica el proceso por el cual los niños ven algo, forman un símbolo mental al respecto (probablemente una imagen visual) y más tarde, cuando ya no ven el objeto o hecho, imitan la actividad.
En el juego simbólico los niños hacen que un objeto signifique alguna otra cosa. Es aquí donde los niños pueden usar símbolos para representar objetos, lugares y personas, su pensamiento puede regresar a eventos pasados, avanzar para el futuro y detener en lo que está ocurriendo en algún aspecto del presente.
Por lo que el juego simbólico es una herramienta con la que cuentan los chicos para desarrollarse en muchas áreas.
Es importante que los adultos propiciemos momentos para llevar a cabo está función simbólica, que ayuda a que los niños expresen sentimientos, comuniquen emociones y desarrollen habilidades sociales.
En el Colegio Villa Zea, propiciamos el juego simbólico, proporcionando a nuestros alumnos espacios adecuados para dicho fin.
